Cuatrociénegas

Anexo una carta elaborado por un grupo de ciudadanos que están preocupados por el deterioro que se ha dado en la zona de Cuatrociéngas, Coahuila. Los invito a leerlo y a luchar para rescatar este hermoso lugar.

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Estimado ciudadano,

Hace unos meses una televisora nacional mexicana realizó un reportaje sobre la situación que impera en el Valle de Cuatrociénegas, Coahuila. Las imágenes produjeron un impacto inmediato en la opinión pública, incluyendo las protestas generalizadas de organizaciones ecologistas y de la sociedad en general. A decir verdad, más gente está ahora enterada sobre este lugar, ubicado en el centro del Estado de Coahuila, cuyas características son particularmente rescatables no sólo por ser un Área Natural Protegida (ANP), sino por albergar cientos de especies de flora y fauna, muchas de las cuales son endémicas. Es importante destacar que esta ANP de 84 mil 347 hectáreas ha sido declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, además de estar en proceso de ser considerada Patrimonio de la Humanidad.

El interés primordial de estos párrafos es lanzar un llamado tanto a la comunidad nacional como a la internacional, para que se tome mayor conciencia sobre las principales necesidades y problemáticas que existen en esta región. De la misma forma, y como parte de nuestra responsabilidad profesional, ciudadana y social, pretendemos que las tres instancias de nuestro gobierno den seguimiento a los proyectos propuestos para el mejoramiento del lugar. Al respecto, se deben reconocer los avances logrados para la puesta en marcha de programas de conservación y eficientización de los sistemas de riego. El pasado mes de febrero, el Gobierno Federal emitió la orden para decretar una veda a la explotación del acuífero en el Valle “El Hundido”, aledaño al Valle de Cuatrociénegas, buscando el ahorro de agua mediante la modernización de los sistemas de riego, así como un programa de plantación de mezquites, en el marco de la Estrategia de Conservación para el Desarrollo, cuyo presupuesto es considerable.

No obstante estas iniciativas, aún persisten serios inconvenientes por resolver. Para muchos conservacionistas y expertos sobre el lugar, uno de ellos es el problema que representa el basurero municipal, cuyo estado y manejo no es satisfactorio. Se ubica dentro del ANP en la parte norte, aproximadamente a 5 kilómetros de la cabecera municipal, en la cercanía del Canal de la Becerra. En él se acumula y quema indiscriminadamente la basura de la ciudad, la cual se vierte directamente al nivel del piso, contaminando el suelo; una pequeña parte es seleccionada por los pepenadores y el resto se quema periódicamente, provocando una gran cantidad de humo. Por las condiciones de cielo abierto en que se depositan los desechos, muchos materiales plásticos se diseminan por efecto del aire, y con ello se expande el área de influencia del basurero, poniendo en riesgo la diversidad biológica de la zona (Programa de manejo del área de protección de flora y fauna en Cuatrociénegas, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, 1999). Se teme profundamente por las consecuencias que esto pueda tener, pues se trata de una superficie de recolección que no cuenta con el acondicionamiento necesario para impedir filtraciones al subsuelo que podrían contaminar humedales, como la Poza Azul, ubicada a tan sólo 2 kilómetros del basurero.

Este problema ha sido reconocido por las autoridades federales, de hecho, el basurero debió haberse trasladado a otro lugar fuera de la zona hace ya un par de años. La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas reconoció que el problema de la basura está afectando de manera severa toda la reserva, señalando a su vez que desde hace cuatro años se gestiona de un relleno sanitario para el pueblo de Cuatrociénegas (La Jornada, 29 de octubre de 2006). Sin embargo, la burocracia no ha permitido que la solución de este problema se traduzca en obras visibles.

Debido a estos hechos, es que la ciudadanía tiene que plantearse la necesidad, la obligación cívica y moral de contribuir a la conservación de Cuatrociénegas, porque esta región del país es tan sólo un síntoma de la realidad nacional. Sin olvidar la sobreexplotación del agua, el saqueo y tráfico de especies que se ha prolongado desde hace varios años, el problema de la contaminación ocasionada por la basura debe ser atendido de manera urgente.

La ciudadanía es co-responsable por el futuro de nuestras áreas naturales, de nuestras especies y nuestro derecho a preservar el medio ambiente. Estas líneas tienen la intención de atraer a más gente comprometida con una causa y con varias más que busquen la conservación de nuestros ecosistemas. La motivación que aquí se expresa no es otra que la de urgir a los miembros de la comunidad periodística, política y a la sociedad en general, todos en su calidad de ciudadanos mundiales, para reconocer la problemática y así poder enfrentarla y generar propuestas que sirvan a la conservación de Cuatrociénegas.

Agradecemos el tiempo que se ha tomado para atender a estas palabras y esperamos se una al esfuerzo de los que formamos ya un frente que busca contribuir al Desarrollo Sustentable de Cuatrociénegas y de México entero.

Sinceramente,

Ana Gabriela Santana, Carolina Casanova, Caroline Bataillon, Gabriela Archundia, Lourdes Correa, Elisa Gaxiola, David García, Luis Alberto Reyes y Diego Solís. Alumnos del Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey.

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