Sunday, August 06, 2006

Amanecí sin cuerpo


Últimamente, parecería que mis conocidos empiezan a percatarse y preocuparse del paso del tiempo, arrollador y engordador.
Empiezas a escuchar comentarios que sustituyen al tradicional "¿Cómo has estado?", por un inoportuno "¡Estás más cachetoncito eh!
Después resulta que el jefe tiene su despacho un piso arriba de donde está tu cubículo, subes a decirle algo y llegas sin aliento. Quien llegara a correr 20 km a los 11 años, 14 años después no puede subir 14 escalones sin perder el aliento.
A las imposiciones laborales de usar traje o al menos pantaloncito nice, se le añade que dichas prendas parecería que se encojen, cada vez aprietan más. La desnudez revela al final de la jornada las marcas del paso del tiempo = las marcas del pantalón en el inicio de la panza.
Siguiente paso: la reunión de amigos que antes suponía una enumeración de los mayores ridículos etílicos y amorosos de la semana, ahora es una detallada exposición de los beneficios de distintas dietas: "El pedo es el pan y los refrescos", "la toronja es bien chida para digerir y asimilar","La tía de Rodrigo es nutrióloga de las buenas, y ya tengo cita", "Ya estoy en la dieta de los asteriscos (sin albur, dicen)".
Y el cuerpo cada día se transforma, se deforma. Y sigue sin uso, de la inactividad de la cama, camina unos pasos hacia el auto, otros pasos hacia la oficina, y llega a la estática silla desde la que se trabaja. "Uy cuánto ejercicio hice hoy, tecleé dos cuartillas y me paré tres veces a la impresora". Para después regresar a los pasitos hacia el carro, los pasitos hacia la casa, que llevan a la cama y al tedio de que termine lo que está a punto de volver a empezar.
Lo mismo daría si conectaran mi dispositivo mental , con un explorador de la red y un procesador de palabras; al menos me ahorrarían la hueva de sentir un cuerpo que no me sirve durante el día, y que por la noche está por demás cansado.
Aunque me encantan las exageraciones, no utilizaré este medio para disfrutarlas: no estoy tan viejo ni tan gordo, la más cerda y atrofiada no es mi carne sino mi mente.

3 Comments:

Blogger Lilith said...

jajaja

creo que se llamaba las "la dieta de los asteriscos", que prudentemente (supongo que para evitar albures) has llamado "dieta de colores".

Y sí, definitivamente comparto la sensación de que, como dice la canción, "el tiempo pasa... (8)". lo peor es cuando decides cambiar un poco (o un mucho, según se requeira) tu rutina, tu estatus, y nada: no hay energías, no hay tiempo, y sí sobra el sueño y la desidia.

btw: no creo que tengas un mente cerda, sólo condescendiente consigo, como muchas.

Monday, August 07, 2006 10:38:00 AM

 
Blogger hiperkarma said...

lo que sientes lo piensas, ese es el problema de la mente. no sólo es su status, sino de todo lo que controla.

Sunday, September 10, 2006 4:27:00 AM

 
Anonymous Anonymous said...

ey ey ey!! siento mucha vejez aqui!! la mente se pone mas sucia.. el cuerpo mas gordito pero lo que vale es que el corazon siga puro..honesto... espontaneo .. que ria como lo haciamos cuando eramos niñooos... quieeeeeeen quiere jugar unas carreritaaaaaas!

Tuesday, October 03, 2006 2:37:00 PM

 

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